Re-public-ando #3: Reseña de Conferencia con Bruno Baronnet: “Zapatismo y autonomía: las rebeldías desde el nosotres”
[La tercera entrada de la serie Re-public-ando. De nuevo, un texto escrito para OVE, pero nunca publicado en el portal. Esta vez, una reseña de la conferencia con Bruno Baronnet sobre Zapatismo y educación.]
Bruno Baronnet: “Zapatismo y autonomía: las rebeldías desde el nosotres”
7 de abril de 2021
El miércoles 24 de febrero tuvo lugar un nuevo encuentro en el Seminario Internacional el ciclo de debate denominado «Movimientos Sociales y Educación». Estos seminarios son posibles gracias al trabajo de la Alianza Pedagógica Social Internacional CEIP-Histórica de Argentina, MAEEC-CLACSO de México; KAVILANDO de Colombia; MASA CRÍTICA de Panamá; RED GLOBAL GLOCAL por la Calidad Educativa de América Latina; SAVIA de Paraguay; Universidad de Panamá; CIPCAL de América Latina; KAICHUK MAT DHA de México; EMANCIPACIÓN de Chile; Organización Social, Feminista, Pedagógica Mujer-Pueblo-Magisterio CNTE Durango, el Centro Martin Luther King de Uruguay y CII-OVE de Venezuela.
En esta oportunidad la exposición estuvo a cargo de Bruno Baronnet, sociólogo y antropólogo, Doctor en Ciencias Sociales por El Colegio de México y por la Universidad de París Sorbonne Nouvelle (2009). Desde 2013 es profesor investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana (UV), en Xalapa, donde estudia procesos de Educación comunitaria y de Autonomía indígena en México y América Latina. Su exposición se tituló “Zapatismo y autonomía: las rebeldías desde el nosotres”. La moderación estuvo a cargo de Leticia Pacheco y Belén Tanus (CEIP-Histórica, Argentina).
El profesor Baronnet empezó por dejar clara su perspectiva militante, política y comprometida con las luchas por la educación, a la vez que resaltó el valor y la importancia de los cruces entre los movimientos campesinos, populares, indígenas y pedagógicos para la formulación de alternativas educativas al servicio de los pueblos, sus resistencias y emancipación. Seguidamente, Baronnet recordó los eventos de Ayotzinapa y la desaparición de los 43 normalistas en el Estado Guerrero, México, quienes hasta el día de hoy esperamos y nos continúan empujando a luchar por la educación y la justicia social.
Dicho esto, la charla de Baronnet presentó algunos aspectos centrales del proyecto educativo y pedagógico del movimiento zapatista, tales como la educación para la autonomía y la defensa del territorio. Siguiendo los planteamientos de Paulo Freire en Pedagogía de la Autonomía, Baronnet llamó la atención sobre las formas en que los Zapatistas han desarrollado nuevas alternativas educativas que constantemente nos interpelan contra el “mal sistema [que] extermina la realidad”. En este sentido, la apuesta educativa y pedagógica de los Zapatistas también debe apreciarse en sus dimensiones ética y estética pues consiste en una apuesta radicalmente anticapitalista, insurgente, rebelde y en resistencia. De la mano del grito zapatista, Baronnet nos invitó a recordar que, frente al poder, “nuevos caracoles surgirán”.
A continuación, Baronnet afirmó que, desde el Zapatismo, la lucha por la educación es esencial puesto que los educadores forman la base de la autonomía como proyecto de construcción de una vida distinta. Así pues, es imperativo que la educación se conciba en el camino hacia la descolonización pues, como afirma la profesora maorí Linda Tuhiwai, descolonizar las metodologías es aquello que nos permitirá -en el largo plazo- despojarnos del poder colonial.
Con respecto a este punto, el profesor Baronnet destacó dos lecciones desde la experiencia de los Zapatistas. En primer lugar, los Zapatistas nos invitan a “caminar preguntando” para plantear una educación desde nosotros. En resonancia con los planteamientos que Paulo Freire hizo 1986, una educación descolonizante no debe apuntar a rescatar “lo pasado” sino a conocer la historia de la colonización para entre contra qué se lucha. En otras palabras, es necesario entender las historias de la dominación y la colonialidad para poder comprender las demandas para una descolonización de la escuela. En segundo lugar, esto se conecta con el necesario análisis de las políticas y prácticas educativas opresoras para poder escudriñar las luchas para la liberación de los pueblos.
En síntesis, los Zapatistas nos invitan a preguntarnos constantemente “¿qué y cómo queremos aprender?” para así vislumbrar una educación para la autonomía y la dignidad de los pueblos, tal como se ha configurado en las experiencias de educación comunitaria en los pueblos asociados al Congreso Nacional Indígena (CRI) en Chiapas, Michoacán y Oaxaca. Precisamente, estas experiencias concretas y situadas son las que iluminan el sentido teórico de la autonomía tal como ha sido estudiada por el pensador Cornelius Castoriadis: una capacidad de decisión para superar las dificultades, volvernos capaces de resolver problemas por nosotros mismos y luchar contra la sumisión a la que nos obligan instituciones sociales heterogéneas.
Frente a este panorama educativo centrado en la autonomía, la liberación y las resistencias, la insumisión pedagógica de los Zapatistas ha tomado sentido como acción colectiva de orden político-cultural en tanto que la institución escolar se ha vuelto una forma de apropiación colectiva “haciéndola nuestra”. Tal esfuerzo, pues, resulta simultáneamente instrumental al debilitamiento y pérdida de legitimidad del Estado neocolonial puesto que ya no tiene el poder de seleccionar y formar al docente o decidir qué es apropiado enseñar en clase.
Esta educación popular, en resistencia y descolonizadora se refleja, de acuerdo con Baronnet, en lo que ha sucedido en el Municipio Autónomo en Rebeldía Ricardo Flores Magón. En 2001, este municipio publicó “La Educación Verdadera”, texto fundamental que expone la visión de la escuela como comunidad pues es allí donde está el conocimiento del pueblo. Tal como se afirma en dicho texto:
Nosotros no queremos una escuela que sean los libros, los salones, los maestros o los niños, nosotros queremos ver y luchar por una escuela que sea la comunidad toda, porque en la comunidad está el conocimiento del pueblo y su verdad. Queremos que todos y todas las del colectivo compartan las ideas y su conocimiento con la misma comunidad para hacerse escuela y crecer.
La escuela es la comunidad porque nos educa desde pequeños y como nuestros padres nos dice que hagamos las cosas buenas. Por eso la educación, juntos la debemos de hacer toda la comunidad para que seamos respetados por todos y le sea útil a todos y todas.
El libro es la comunidad, es su historia y otras experiencias que sabe la comunidad, pero a cada quien le ha tocado guardar una verdad que es de todos y ya es el tiempo de empezar a compartirlas de forma colectiva, porque la educación es para informar y hacer el trabajo, para pensar en resolver los problemas de la comunidad y así se quedaría como escuela la comunidad porque todo el aprendizaje fue colectivo.
La idea de una educación en colectivo y para el colectivo ha sido también expuesta por el Tata Juan Chávez Alonso (entrevista, San Pedro Atlapulco, 2006):
Esta educación tiene que surgir a partir de esa educación indígena verdadera y autónoma de los propios pueblos, a partir de la memoria histórica tradicional de los pueblos, de los saberes y conocimientos de los propios pueblos indígenas, conservada en la memoria histórica con los abuelos y los padres, por nuestros antepasados; y que siguen viven los conocimientos en un marco de respeto con el entorno, con la naturaleza, las aguas, los árboles, las plantas, los maíces, nuestro conocimiento de la astronomía, pero a partir del conocimiento del pueblo indígena.
Hay tantas cosas, y tiene que partir de ahí, tiene que sustentarse de esos valores, de esos conocimientos, de esa sabiduría autónoma de los propios pueblos indígenas.
Con los saberes y experiencias nacidas de la lucha, la resistencia y la construcción de otros mundos posibles, Baronnet concluyó su exposición señalando que ni la cultura ni la educación cambia el mundo, sino que cambias a las personas que transforman este mundo. Como ejemplo e inspiración de estas transformaciones, Baronnet hizo eco de la misión planetaria comenzada por los Zapatistas: Una Montaña en Alta Mar. Ante la pregunta “¿la educación para qué?”, resuena la respuesta: “para el pueblo defender”.
Luego de la exposición, la maestra Teresa Rivas, de México, y el docente Juan Martín, de Argentina, plantearon valiosas preguntas al profesor Baronnet. Teresa Rivas nos invitó a reflexionar sobre las luchas que debemos asumir para que la escuela sea la comunidad. En clave descolonizadora, estas luchas nos plantean, al decir de Pablo González, el problema del “colonialismo interno” por el cual nos sentimos y entendemos extranjeros en nuestros propios territorios. Ante esto, la invitación de Baronnet es a descolonizar la idea de “no ser capaz de” producto de la condición colonial de “ser nadie” para así construir autonomía y capacidad colectiva de manera integral. Por su parte, las preguntas de Juan Martín dieron lugar a una reflexión sobre la importancia de que la escuela comparta “verdades desde el nosotros”, es decir, disciplinas propias para las luchas y los problemas de las comunidades. A su vez, como lo demostrara la campaña política de Marichuy, esto debe estar conectado a otras formas de hacer política centradas en la escucha atenta y activa para aprender de otras luchas y movimientos.
A manera de conclusión, el profesor Baronnet envió un mensaje e invitación a los docentes de América Latina para aprender caminando con los pueblos y sus luchas, manteniendo una relación ética, honesta y comprometida con sus saberes. Asumiendo una “pedagogía de la indignación”, los docentes estamos llamados a “echarle ganas” para reconocernos capaces de transformar la educación.
Autor: Antonio Pinilla
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